Santiago, RM. – Patocup press release.
Aquí no se viene a gozar. Se viene a sufrir. A comer terrones hasta por los más tiernos rincones del cuerpo. Lugares donde poco llega la luz del sol pero si se abren paso los rodamientos tipo granizo.
Si bien la categoría Experto no tiene el glamour y popularidad de la serie Reina, ni tampoco creen en el viejo pascuero como los enduro ; si están dispuestos a descuajarse la mandíbula con tal de ganarle al del lado. Con la sola diferencia que van a otra velocidad y la mandíbula efectivamente les queda descuajada. Es la categoría experto. La antesala de la Pro. El último peldaño antes de la gloria pero también el más difícil e ingrato. Tanto es así que solo un piloto del semillero Pato ha logrado escalar hasta ganar la categoría para luego codearse con los líderes de la pro. El inmenso Matías Goñi.
Y aunque Werner Haeussler está descidido a seguirle los pasos al piloto de máximo tonelaje, no le ha salido nada fácil. Su hermano Matías, campeón Pato 2016, tampoco ha gozado mucho su estadía experta y ha debido saborear el anonimato del fondo de la tabla por más tiempo del recomendable. Su año de adaptación ya pasó pero sin embargo sigue donde mismo, solo que ahora lesionado. Nadie dijo que la adaptación sería fácil para los monarcas plumiferos. De hecho el último campeón, Judas Allende, perdió parte del espinazo tratando de acostumbrarse a la velocidad de su nueva serie.
Otro Rocket de experto, Guilisasti, también mascó el duro suelo de PLP el sábado anterior a la carrera. Sin duda va a ser una thug life para los rookies este 2018.
El sentido común dice que la punta de la categoría la debieran disputar los PLP Rennard y Soldado Werner Haeussler, el Limón Nacho Allende y el piloto del Team Mohr Aram Pedinian abordo de una de las pocas 2T del campeonato.
Rennard pesa menos que una pluma pero sin embargo aumentó la cilindrada de su moto en ⅓. La esperanza de sus rivales era que la 350 fuera mucho para él pero pasó justamente lo contrario. Reny está volando y de hecho desplazó dentro de su equipo al Solado como primer piloto experto PLP. Ahí mismo, en el seno del team Husqvarna, la rivalidad está a nivel nuclear y como es bien sabido en todos los deportes tuerca, al primer rival que hay que aplastar es al coequipo. De lo contrario, mejor irse haciendo la idea que será segundo hasta para ir al baño. Ninguno de los dos ha escatimado en tecnología y, si bien la moto del soldado tiene todo lo que el dinero podría comprar y un poco más aún, Renard no se ha quedado atrás y acaba del calzar las nuevas horquillas KYB de Pro Action, más unas modificaciones in house a su sistema de escape. Nota de la edición : se rumora que Renard arrastra una fractura en el dedo meñique de su pie izquierdo pero estaría siendo atendido por el doctor Garsida del equipo con medicamentos propios del ciclismo de la década de los noventa.
El Soldado Werner Hauessler, fiiiiiiirme. Siempre firme. Siempre competitivo. ¿ Que se puede decir del Soldado ?. Si dependiera del no se diría nada porque no habla, pero si tengan seguro sus rivales que tiene mucho que decir en la pista. Quiere expresarse en centésimas de segundos, no en palabras. En puntos, no en promesas. El año pasado fue su mejor año Patocup. Terminó 4to y subieron de categoría los tres primeros. Werner está con físico, moto, velocidad, es el local, va a ser padre por 4ta. vez. Este es su año y ganar la experto sería la corona perfecto para un 2018 de ensueño. Si todo eso no tiene excitado al Soldado entonces quiere decir que efectivamente es un robot a control remoto fabricado en Osorno con licencia alemana.
Uno que nada quiere saber de mudos ni pesos moscas ni trajes a la moda para andar en moto es el armenio Aram Pedinian, del provinciano equipo Mohr. Aram llega en una Yamaha YZ 250 2T como si hubiera viajado en el tiempo. Con moto de antaño, traje de antaño y la misma velocidad del soldado y Renard, Pedinian llega con el hambre de triunfo propia de todo inmigrante. Y un profundo desprecio hacia las motos de 4T y los pilotos consumistas (como el Soldado y Rennard). Aram no solo es un vengador de la premezcla sino que un corredor social. Debiera escribirse en el pantalón "la plata no hace la velocidad". Sus armas son otras. El aroma de su moto es una canto de sirena que encanta, pero en realidad lo que está haciendo es perfumar la derrota de sus rivales para que se sientan cómodos en ella y que, cuando estos superen el hechizo de la fragancia, ya sea muy tarde para alcanzar la sinfonía del duo piloto armenio y motor nipón. Para entonces Pedinian ya habrá vengado la primitiva tecnología y la sencillez en el mundo.
Los Camperos tienen todas (sus pocas) sus fichas de experto puestas en Jaime Guarda. El terrateniente de los primeros 50 metros de la largada tiene velocidad para meterse dentro de los 10 más rápidos pero carga con el estigma del arranque de un preso con grilletes. ¿ Será esta la oportunidad en que veremos a Guarda entrar a la primera curva con los codos abiertos y cara de holeshot o seguirá buscando manillas y broches de botas esparcidos a lo largo de la recta por el resto de sus días ?.
Los Lemon llegan también muy disminuidos también a esta fecha. Uno de los favoritos del 2017, Alejandro Llompart, aun arrastra una despiadada lesión tras un encuentro poco amoroso con el Soldado en la fecha apertura pasada. Tras una operación y otra más aun por realizar, sumado a su participación en moto prestada, el desempeño de Chompi es una incógnita no muy prometedora. Es por eso que los Limones Albinos prefieren apostar por el regreso de uno de sus cracks 2016. Manuel Riesco vuelve desde su tortuoso periplo por la categoría pro a salvar el honor Lemon. Pero no siempre son buenas las segundas ediciones y los rumores de peralte dicen que Riesco llega poco entrenado y débil. Los pro le habrían desmoralizado hasta la sonrisa. El ojo de tigre se le habría apagado, igual que a Rocky, en Rocky II. No siempre las segundas ediciones son mejores. Así las cosas, todo el sabor de la limonada dependerá de cuanto estruje Nacho Allende su máquina. El piloto cítrico sonaba fuerte para campeón 2017 pero una temprana lesión lo dejó fuera de toda opción. El oriundo de Chillán dice que no le gusta Mayo para andar en moto. Que ese mes es yeta. Su humilde narrador lo quebró en un nacional de Mayo del 2003. El se quebró en Mayo del 2017 y su hermano Judas se acaba de quebrar en Mayo de 2018. Lástima que la carrera sea el 12 de Mayo.
Francisco Tagle es otro que está en deuda con su equipo, con su hermano y consigo mismo. Al igual que “Desde” Pacheco en la enduro, Francisco tiene grandes mentores a su alrededor pero aun no logra traspasar toda esa experiencia a la rueda trasera y subirse al podio. Mientras Nicolás Tagle sube y sube de nivel, Francisco se mantiene siempre un peldaño por debajo de pilotos de la talla del Soldado y Renard. ¿ Podrá el 2018 ponerse a la altura del desafío o esperará hasta que suban de categoría todos los que le rodean para ponerse las pilas ?.
Los que no debieran sorprender verlos sepultados en la parte baja de la tabla son, y para empezar por el máximo exponente de la desmotivación : Lapa Ortega. El Pato de Bronce se le escapó en la última manga de la última fecha del 2017. El premio de ascender a experto ha sido de poco consuelo para el macizo piloto Pirque y se espera que su espiral decante continue sin frenos este 2018. Juanse Cartoni llega también bailando con la fea. Tras una fea lesión el 2017, Cartoni se refugió en el foco y la pata y es de conocimiento universal, que cuando el foco y la pata entran por la puerta, la hombría se escapa por la ventana. El último reporte que se tiene de Cartoni indica que fue aplastado sin merced por uno de sus propios coequipos de la categoría Pato.
Del Rocket Ignacio Guilisasti nada se puede prever, a no ser que se prevea un DNF. El piloto licor tiene tanta velocidad como escaso juicio y el resultado, históricamente hablando, siempre ha sido el mismo. DNF.
Considerando que hace una semana perdió el conocimiento en el último entrenamiento oficial Patocup, no hay motivos por los cuales imaginar un escenario distinto al del vino esparcido, chorreado por la pista, como en todas las ediciones anteriores.
Dos misterios rondan la categoría. El primero dice relación con el regreso del velocísimo Kiko Fuenzalida, el dron humano, mitad hombre mitad DJI y el segundo es un rumor que cobra vida día a día y sería el descenso del Sultán Baracatt a la categoría experto a bordo de un camello Suzuki RM 250 2T del año 2002.
El piloto oficial de la familia real de Sudán estaría dispuesto a participar con 50 años de edad y sobre un dromedario con casi dos décadas de antiguedad para enfrentar a pilotos que podrían ser sus hijos. O que terminarán siéndolo. Las apuestas sobre que lugar podría ocupar el piloto de dunas y oasis abordo de la 2T en la categoría experto no se han hecho esperar. Rivalidad aparte habría con la otra moto 2T de Aram Pedinian quien dejaría de ser el "distinto" de la película con la llegada del Camello Azabache.
El caballo negro aquí es Sebastían Larraín. Piloto PLP dueño absoluto de los holeshot durante su era Pato, debuta con la matriz de 350cc y el chasis europeo Husqvarna. Conducción al calvo piloto nunca le ha faltado, resultados siempre. ¿ Será este el año de su consolidación ?. Con este nivel de competencia, difícil. Bueno, pero nadie dijo que sería fácil. Sino pregúntenle a Ortega después de la primera manga.